Qué se hace en una rinoplastia es casi siempre una pregunta que nos hacen en consulta. Todos entendemos para qué se realizan pero desconocemos, por ejemplo, el tipo de anestesia o cómo funciona en sí la intervención.
En este post queremos explicar cuáles son los pasos que se siguen durante la realización de una rinoplastia.
Tras elegir la técnica y planificar los resultados
Como ya os contamos en otro post, en nuestra primera consulta diagnosticamos los posibles problemas funcionales de tu nariz, analizamos tus deseos estéticos y hacemos una planificación virtual de cómo quedaría tu nariz tras la cirugía. En este momento también elegimos qué técnica de rinoplastia es la más adecuada para lo que queremos buscar.
Una vez que está todo planificado y acordado el día de la cirugía, comenzamos de esta manera.
Primero, anestesia
Existen dos opciones de anestesia habituales en las rinoplastias, bien sea sedación y anestesia local o con anestesia general. En Maxorl realizamos las rinoplastias con anestesia general, que además de ser más segura, genera menos estrés al paciente. Evidentemente para este proceso contamos en el equipo con médicos anestesistas y con las pruebas necesarias preoperatorias para que sea un proceso seguro y sin incidencias.
El inicio
Antes de comenzar a operar, nos aseguramos de que la planificación se cumpla, para ello realizamos fotografías, tomamos medidas faciales y verificamos todo el instrumental.
La incisión: dependiendo de cada caso se pueden realizar dos tipos de accesos, cada uno con un tipo diferente de incisión.
- Abordaje abierto: en este caso se utiliza una incisión en la columnela (columna de piel que separa ambas fosas nasales)
- Abordaje cerrado: aquí se realiza la incisión por dentro de las fosas nasales y no en la piel, por lo que no quedan cicatrices externas.
El tipo de abordaje depende de cada caso. Normalmente para nuestros pacientes elegimos el abordaje abierto porque expone mejor las estructuras y la cicatriz resultante es mínima. Pero dependiendo del paciente elegimos una u otra.
Remodelación
Tras la incisión, se inicia la fase de remodelado y solución de problemas funcionales
Para ello primero disecamos (exponemos) las estructuras nasales y luego, a través de cortes en hueso y cartílago (osteotomia, que se puede realizar con ultrasonido o pequeños escoplos y limas según el caso y según la técnica que el cirujano escoja), cambiamos la forma de la nariz, por ejemplo, si un paciente tiene una giba en el dorso, resecamos el hueso redundante para que su nariz se vea más armónica.
De forma conjunta, realizamos la corrección de problemas de tabique y cornetes nasales que podrían estar afectando la respiración, los restos de dicho tabique nos servirán como material para injertos que necesitaremos para moldear la punta, rectificarla y darle el aspecto que el paciente busca.
Último paso de la intervención
Una vez comprobemos que todo está correcto según lo que habíamos planificado, realizamos el cierre tanto de la piel como de la mucosa nasal. Para ello utilizamos suturas de un diámetro muy fino para evitar en la medida de lo posible la cicatrización anómala. En muchos casos realizamos puntos de fijación con suturas especulares que sirven de sostén para que los cambios deseados perduren en el tiempo. Junto al cierre en algunas ocasiones podemos o no, dejar un taponamiento que se retira al cabo de uno o dos días.
Para terminar colocamos un vendaje y férula nasal dependiendo de cada caso.
Recuperación y revisiones
El último paso y además, importantísimo es cuidar la cirugía y acudir a las revisiones que marquemos en tu planificación para comprobar que todo está bien y que los resultados esperados son los obtenidos.
Ya os contamos que nuestras técnicas son conservadoras y que se producen menos daños que con otras cirugías tradicionales y que lo único que suele quedar es una inflamación en la zona que desaparece tras la primera semana. Obviamente esto depende de la factores propios de cada paciente, algunos por su tipo de piel pueden tener mejor o peor recuperación.
Sí insistimos en el descanso en la primera semana de la operación e ir retomando la vida normal poco a poco, en el caso sobre todo de aquellos pacientes que practican, en su tiempo libre, deportes de impacto. Y como decimos, es importantísimo acudir a la clínica para la revisión a los cinco días de la intervención, a la semana, a las tres semanas y durante los siguientes meses, dependiendo de cada caso.
Si estás pensando en operar tu nariz y necesitas más información estaremos encantados de atenderte en nuestra clínica para resolver todas tus dudas y planificar tu operación.