Las fracturas faciales son lesiones comunes que pueden ocurrir como resultado de traumas contundentes en la cara. Pueden afectar diferentes áreas del rostro y requieren de tratamiento especializado para lograr la recuperación.
En este artículo, vamos a profundizar en los tipos de fracturas faciales, tratamientos disponibles, siendo la opción quirúrgica la única en muchos de los casos, y el proceso de recuperación postoperatoria.
Traumatismo maxilo facial
El traumatismo maxilofacial abarca una serie de lesiones que afectan la región facial, incluyendo los huesos de la mandíbula, el maxilar, la nariz, huesos de la órbita y la región frontal.
Estas lesiones pueden ser el resultado de accidentes automovilísticos, caídas, agresiones o accidentes deportivos.
Los traumatismos maxilofaciales pueden causar desde laceraciones superficiales hasta fracturas óseas significativas que derivan en problemas como dificultad para respirar, hablar o masticar, así como deformidades faciales visibles.
Cómo se clasifican las fracturas faciales
Las fracturas faciales se clasifican según la ubicación anatómica (tercio superior, medio e inferior del rostro) y la extensión de la lesión.
Tercio superior del rostro
Esta región del rostro comprende el área que va desde el nacimiento del cabello hasta el arco superior del ojo.
A las fracturas en esta parte del rostro se les conoce como fracturas del hueso frontal y pueden presentarse en diversas formas, desde pequeñas fisuras hasta fracturas más extensas.
Los síntomas pueden incluir dolor localizado en la frente, hinchazón, hematomas, deformidades visibles, dificultad para mover los párpados y la presencia de sangre en los ojos (hiposfagma).
Tercio medio del rostro
Las fracturas del tercio medio del rostro afectan áreas importantes como la nariz, los huesos orbitarios y el complejo naso-orbito-etmoidal.
Fracturas nasales
Las fracturas nasales son lesiones comunes que involucran los huesos nasales y pueden causar dolor, deformidad nasal, sangrado y dificultad para respirar.
El diagnóstico se realiza mediante examen clínico y estudios de imagen, como radiografías o tomografías computarizadas.
Cuando afectan notablemente la estética se puede combinar el tratamiento quirúrgico con una rinoplastia.
Fracturas orbitarias
Las fracturas orbitarias afectan los huesos alrededor del ojo y pueden ser graves debido a la proximidad de estructuras delicadas como los nervios ópticos.
El tratamiento puede requerir cirugía para realinear los huesos fracturados y proteger las estructuras oculares.
Fracturas del complejo Naso-Orbito-Etmoidal
Las fracturas del complejo naso-orbito-etmoidal implican múltiples huesos alrededor de la nariz y los ojos, y pueden ser complejas y difíciles de tratar.
El manejo suele implicar cirugía para restaurar la anatomía facial y la función ocular.
Fractura del hueso cigomático
La fractura del hueso cigomático, también conocido como malar, afecta el pómulo y puede causar deformidades faciales, dolor y dificultad para masticar.
El tratamiento puede incluir la reducción quirúrgica de la fractura y la fijación interna para restaurar la forma y la función del pómulo.
Fracturas extendidas
Algunas fracturas pueden extenderse a través de múltiples áreas del tercio medio del rostro, involucrando varios huesos y tejidos blandos.
Estas fracturas requieren un enfoque quirúrgico mas complejo para restaurar la estructura facial y la función.
Tercio inferior del rostro
Las fracturas del tercio inferior del rostro son conocidas también como fracturas mandibulares y pueden presentarse de diversas maneras, desde fisuras simples hasta fracturas más complejas con desplazamiento de los fragmentos óseos.
Los síntomas pueden incluir dolor en la mandíbula, hinchazón, dificultad para abrir o cerrar la boca, maloclusión dental (mordida desalineada) y dolor al masticar.
El tratamiento de una fractura mandibular puede variar según la ubicación y la gravedad de la lesión.
- Las fracturas simples pueden tratarse con inmovilización mediante el uso de dispositivos de fijación externa, como collares cervicales o férulas dentales.
- En casos de fracturas más graves o con desplazamiento, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para realinear y estabilizar los fragmentos óseos mediante el uso de placas, tornillos o alambres de osteosíntesis.
En los casos de fracturas mandibulares también puede ser necesario recurrir a la implantología avanzada.
Cirugía maxilofacial: tratamiento avanzado a las fracturas faciales
El tratamiento de las fracturas faciales requiere la intervención de cirujanos maxilofaciales altamente capacitados.
Dependiendo de la gravedad y la ubicación de la fractura, se pueden utilizar diferentes enfoques quirúrgicos, como:
Reducción abierta y fijación interna
Este procedimiento implica la realineación quirúrgica de los fragmentos óseos fracturados seguido por la fijación interna de los huesos mediante el uso de placas, tornillos o alambres de osteosíntesis.
Esto permite estabilizar la fractura y restaurar la anatomía facial normal.
Reconstrucción ósea
En casos de fracturas complejas o pérdida ósea significativa, se pueden utilizar técnicas de reconstrucción ósea para restaurar la forma y la función de los huesos faciales.
Esto puede implicar el uso de injertos óseos autólogos, aloinjertos o materiales sintéticos.
Corrección Estética
Además de abordar la función, la cirugía maxilofacial también puede corregir problemas estéticos asociados con las fracturas faciales.
Los cirujanos maxilofaciales pueden realizar procedimientos de rinoplastia, mentoplastia u otros procedimientos de remodelación facial para mejorar la apariencia estética de la cara.
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